La deforestación avanza en el Cerrado brasileño y supera por primera vez la de Amazonía
La deforestación en el Cerrado brasileño avanzó fuertemente en 2023 y superó por primera vez la devastación en la Amazonía, convirtiéndose en el bioma más afectado del país, según el informe anual de la Red MapBiomas divulgado este martes.
En el Cerrado, una extensa sabana con enorme biodiversidad al sur de la Amazonía, más de 1,11 millones de hectáreas fueron destruidas en 2023, un 68% más que el año precedente, indicó MapBiomas, un consorcio climático de oenegés, universidades brasileñas y empresas tecnológicas, que monitorea y consolida datos de áreas afectadas.
Esas pérdidas representaron casi dos tercios de la deforestación que sufrió todo Brasil, y unas 2,4 veces la destrucción registrada en la Amazonía, según el informe.
La superficie amazónica arrasada el año pasado totalizó 454.300 hectáreas, un descenso de 62,2% contra las cifras de 2022.
Esta es la primera vez que la devastación en el Cerrado, que se extiende por 11 estados del centro al noreste de Brasil, supera la de la Amazonía desde el inicio de los registros de MapBiomas Alerta, en 2019.
"El rostro de la deforestación está cambiando en Brasil, concentrándose en los biomas donde predominan formaciones de sabanas y campestres, y reduciéndose en las formaciones selváticas", describió Tasso Azevedo, coordinador de MapBiomas.
La causa, sin embargo, fue común a todos los biomas: "Casi toda la deforestación en el país (97%) tuvo la expansión agropecuaria como vector", destacó MapBiomas.
Además, más del 93% de la destrucción "tuvo al menos un indicio de ilegalidad" o irregularidad, se estimó con los datos también procesados por el Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonía (Ipam).
Desde un punto de vista más amplio, la deforestación en Brasil se redujo en 2023 por primera vez en cuatro años, con una baja de 11,6% respecto del año anterior.
El informe es una noticia agridulce para el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, quien se comprometió a priorizar el cuidado del medioambiente revirtiendo las políticas de su predecesor Jair Bolsonaro (2019-2022) y a eliminar la deforestación ilegal de la Amazonía en 2030.
La pérdida de vegetación nativa en el gigante sudamericano continúa siendo una preocupación, especialmente ante las consecuencias cada vez más evidentes, como las devastadoras inundaciones en el estado sureño de Rio Grande do Sul, que dejan al menos 170 muertos y unos 600.000 evacuados.
U.Siddiqui--DT