Las camisas de Mandela siguen estando de moda en la política sudafricana
La leyenda de las camisas coloridas de Nelson Mandela, que pasó demasiados años en prisión como para molestarse en vestir trajes y prefería unos atuendos más africanos, pervive en un taller de Johannesburgo que sigue confeccionando el vestuario de numerosos políticos sudafricanos.
Entre máquinas de costura, percheros y fotografías de los héroes de la lucha contra el apartheid, Sonwabile Ndamase, de 64 años, explica con entusiasmo los orígenes de esta historia.
Fue Winnie Mandela, la esposa del icónico activista, quien contactó con el estilista poco después de la salida de prisión del principal enemigo del régimen racista en 1990. El futuro jefe de Estado necesitaba fondo de armario.
El creador autodidacta se desplazó a Soweto, a la casa de la pareja. "Allí él me explica que quería un vestuario suficientemente elegante y conservador para dirigirse a los jefes de la industria, pero sin tenerse que cambiar si se encontraba con gente de la calle", explica a la AFP.
Madiba, el nombre de su clan, o Tata (padre en idioma xhosa) como lo llaman con afecto muchos sudafricanos, quería un estilo que lo distinguiera de los otros jefes de Estado y que no lo obligara a llevar corbata.
El diseñador concibió camisas de seda anchas, casuales pero elegantes, con motivos originales que todavía ahora se asocian a Mandela, más de una década después de su muerte en 2013 a los 95 años.
Vestidas por encima del pantalón y sin chaqueta, las camisas Madiba continúan de moda entre los políticos sudafricanos.
En la cartera de clientes de Ndamase figuran el actual presidente Cyril Ramaphosa y sus predecesores Thabo Mbeki o Jacob Zuma. También viste a numerosos ministros o portavoces del partido ANC de Mandela, que todavía sigue en el poder.
- "Reivindicar la leyenda" -
Bill Clinton o el boxeador estadounidense Mike Tyson también tienen en sus armarios una "camisa Madiba", señala el estilista con una sonrisa.
"Es una forma de reivindicar la leyenda, de mostrar que aspiramos a la ética de Mandela", afirma.
Los motivos son simétricos y de inspiración oriental. Los colores densos como el burdeos, el gris oscuro o el azul regio contrastan con tonos más discretos, como el beige arena de las hojas y las ramitas del estampado.
En todos sus modelos se distingue inmediatamente la herencia de Mandela.
El sastre de barba grisácea, que imita a la perfección la voz ronca de Mandela, viajará en septiembre a Nueva York para enseñar su destreza a jóvenes diseñadores.
Aprovechará también la ocasión para presentar su marca Vukani a compradores y celebridades en un glamuroso evento para celebrar los treinta años de la elección del primer presidente negro de Sudáfrica.
Ndamase, que protagonizará próximamente un documental estadounidense, se ríe de los muchos impostores que dicen haber sido los primeros en crear la camisa Madiba o que venden versiones de sus modelos, que actualmente cuestan unos 1.800 rands (unos 100 dólares).
El diseñador, de quien Winnie Mandela dijo que formaba "parte del decorado" de su vida, jura que jamás ha querido explotar comercialmente el nombre del líder sudafricano. "La relación que tenía [con ellos] era de familia", asegura.
Nacido en la localidad de Mdantsane, en la región xhosa de donde también procedía Mandela, Ndamase pasa gran parte de su tiempo detrás de su máquina de costura.
"Vivo todavía un sueño", dice mientras confecciona un modelo para su próxima colección.
H.El-Hassany--DT