El dron Lancet, un acierto ruso en la guerra de Ucrania
El dron explosivo ruso Lancet-3, sólido y poco oneroso, es un arma muy eficaz para el ejército ruso en Ucrania, especialmente en los ataques contra cañones suministrados por Occidente.
"El pequeño dron ruso Lancet se impone como una de las armas preferidas de Moscú para hacer frente al flujo de material adverso, sobre todo haciendo 'contrabatería dronizada'", afirmó el consultor francés Stéphane Audrand en Twitter.
"Solución típica de los conflictos que duran", agregó.
Producida por el grupo Zala Aero, vinculado al consorcio Kaláshnikov, esta munición errante está compuesta por un fuselaje de alrededor 1,60 m, equipado con cuatro alas y una hélice trasera.
El artefacto, cargado de explosivos, ha demostrado su eficacia desde hace meses y parece, por el momento, no verse afectado por las sanciones impuestas contra Moscú.
"Las imágenes difundidas por Rusia muestran impactos en 23 radares o centros de control de radar, así como en 31 sistemas de defensa antiaérea. Es una cifra nada despreciable", señala una fuente europea de la industria de defensa, bajo anonimato.
El Lancet pone bajo presión la artillería ucraniana, sobre todo algunos cañones de 155 mm enviados por las potencias occidentales.
Los rusos utilizan este dron "como una forma de contrabatería", explica el analista indio Girish Linganna en la publicación Frontier India.
Cuando uno de estos cañones dispara desde el bando ucraniano, la comandancia rusa lo detecta y "le asigna de forma automática el Lancet-3 más cercano", que puede atacar rápidamente la pieza de artillería si no ha cambiado de posición, explica.
De bajo precio, estimado entre 20 y 40.000 dólares según Linganna, "presenta la ventaja de ser poco vulnerable a los medios de defensa adversos (por el momento)", destaca Audrand.
Para protegerse de él, "lo que funciona mejor por ahora sigue siendo el uso de la 'bola de fuego': un grupo de soldados disparan masivamente con armas ligeras mientras se acerca este dron, que puede ser especialmente lento", explica la fuente industrial.
Su primera versión fue utilizada en Siria en 2019, y después "una nueve versión, mejorada, fue observada en acción en julio de 2022 y sus lanzamientos se han hecho diarios desde el mes de octubre", según este especialista.
"Estos drones son fabricados en gran cantidad, con la ayuda de componentes de acceso simple, cuya compra en el mundo no está sometida a regulación", añade.
"Su fabricación no parece muy obstaculizada por las sanciones, aunque es un poco pronto para decir si es gracias a las reservas o si ha habido sustitución", estima Audrand.
V.Munir--DT