Dubai Telegraph - Entre esperanzas y desilusión, la carrera por el litio en América Latina

EUR -
AED 4.100124
AFN 77.023136
ALL 99.457679
AMD 432.836705
ANG 2.014756
AOA 1036.466317
ARS 1074.772809
AUD 1.636724
AWG 2.009299
AZN 1.901859
BAM 1.957294
BBD 2.257143
BDT 133.593161
BGN 1.965373
BHD 0.420723
BIF 3230.505618
BMD 1.116277
BND 1.443515
BOB 7.724965
BRL 6.057585
BSD 1.117963
BTN 93.495991
BWP 14.707579
BYN 3.658525
BYR 21879.029062
BZD 2.25333
CAD 1.513538
CDF 3204.831463
CHF 0.946042
CLF 0.037658
CLP 1039.097455
CNY 7.889862
CNH 7.893495
COP 4648.847165
CRC 579.077133
CUC 1.116277
CUP 29.58134
CVE 110.790423
CZK 25.098263
DJF 198.384891
DKK 7.459748
DOP 67.180993
DZD 147.625411
EGP 54.17231
ERN 16.744155
ETB 131.156505
FJD 2.455027
FKP 0.850111
GBP 0.840378
GEL 3.047549
GGP 0.850111
GHS 17.528318
GIP 0.850111
GMD 76.467701
GNF 9658.579884
GTQ 8.641673
GYD 233.812274
HKD 8.700096
HNL 27.851195
HRK 7.58958
HTG 147.323764
HUF 394.235591
IDR 16950.275441
ILS 4.213382
IMP 0.850111
INR 93.462187
IQD 1462.322861
IRR 46986.859872
ISK 152.293086
JEP 0.850111
JMD 175.634052
JOD 0.791103
JPY 159.175578
KES 143.999529
KGS 94.074221
KHR 4543.247411
KMF 492.669283
KPW 1004.648661
KRW 1483.163861
KWD 0.340375
KYD 0.931507
KZT 535.358661
LAK 24652.977075
LBP 99647.946206
LKR 340.292775
LRD 216.836745
LSL 19.534696
LTL 3.296076
LVL 0.675224
LYD 5.296699
MAD 10.82228
MDL 19.505703
MGA 5084.641843
MKD 61.663998
MMK 3625.62413
MNT 3793.109172
MOP 8.973344
MRU 44.332894
MUR 51.20327
MVR 17.145582
MWK 1937.857282
MXN 21.56086
MYR 4.69905
MZN 71.27423
NAD 19.540615
NGN 1806.028755
NIO 41.045521
NOK 11.826252
NPR 149.611531
NZD 1.789532
OMR 0.429734
PAB 1.117963
PEN 4.180434
PGK 4.369336
PHP 62.043233
PKR 310.430338
PLN 4.274504
PYG 8726.738818
QAR 4.063527
RON 4.974354
RSD 117.073997
RUB 102.909707
RWF 1498.043725
SAR 4.188876
SBD 9.272843
SCR 15.079716
SDG 671.446869
SEK 11.342379
SGD 1.44245
SHP 0.850111
SLE 25.503918
SLL 23407.764664
SOS 637.394488
SRD 33.324249
STD 23104.68
SVC 9.781466
SYP 2804.679362
SZL 19.520346
THB 36.991194
TJS 11.881938
TMT 3.906969
TND 3.375627
TOP 2.623025
TRY 38.039372
TTD 7.597948
TWD 35.643091
TZS 3041.230023
UAH 46.325958
UGX 4151.205575
USD 1.116277
UYU 45.925052
UZS 14215.787076
VEF 4043772.050025
VES 41.004421
VND 27438.088487
VUV 132.526647
WST 3.122743
XAF 656.48158
XAG 0.036259
XAU 0.000432
XCD 3.016794
XDR 0.82854
XOF 655.812014
XPF 119.331742
YER 279.432056
ZAR 19.65613
ZMK 10047.835808
ZMW 29.093075
ZWL 359.440736
Entre esperanzas y desilusión, la carrera por el litio en América Latina
Entre esperanzas y desilusión, la carrera por el litio en América Latina / Foto: Martin BERNETTI - AFP

Entre esperanzas y desilusión, la carrera por el litio en América Latina

El inmenso rompecabezas de piscinas turquesa contrasta con un desierto de sal que parece infinito, paisaje recurrente en los confines de Chile, Argentina y Bolivia, donde el "triángulo del litio" aglutina esperanzas, miedo y desilusión.

Tamaño del texto:

Esa árida triple frontera de Sudamérica atesora en depósitos subterráneos de salmuera el 56% de los recursos mundiales identificados del codiciado metal que da vida a celulares, computadoras y automóviles.

El llamado "oro blanco" o "petróleo del siglo XXI" ha visto su precio dispararse desde 5.700 dólares la tonelada en noviembre de 2020 a 60.500 en septiembre pasado gracias al boom de los vehículos eléctricos, cuando el mundo busca alejarse de los combustibles fósiles para frenar el calentamiento global.

Pero el lado oscuro del litio es que cada planta consume millones de litros de agua por día y las comunidades agrícolas de este rincón de Sudamérica, azotado por la sequía, temen por su medio de vida.

- "El mejor salar" -

La ruta del litio empieza en el norte de Chile. Del salar de Atacama, una planicie marrón y rocosa por la que apenas se puede caminar, salió el 26% de la producción mundial en 2021, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

La cifra fue solo superada por Australia, con el 55%, pero extraído de rocas.

En Atacama, los camiones zigzaguean entre albercas donde la salmuera, una mezcla de agua y sales, se evapora lentamente antes de ser llevada a una planta química para separar el litio del líquido.

"Es, por lejos, el mejor salar del mundo", asegura a la AFP Juan Carlos Guajardo, director de la consultora Plusmining.

Chile, donde se extrae litio desde 1984, lo hace más rápido que sus vecinos porque la escasa lluvia y una radiación solar extrema aceleran la evaporación.

Pero sus leyes dificultan otorgar concesiones de explotación desde que la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) lo declaró de "interés nuclear" por su uso en la fabricación de bombas de hidrógeno.

Los derechos están en manos de la estadounidense Albemarle y la chilena SQM, que pagan regalías de hasta el 40% de las ventas, además de cifras millonarias a comunidades aledañas.

Solo en el primer semestre de este año, la recaudación fiscal por el litio llegó a superar la del cobre, conocido popularmente como el "sueldo de Chile".

Ante semejante auge, el presidente izquierdista Gabriel Boric prometió crear una empresa nacional de litio, pero sin excluir la participación privada.

- Flamencos muertos -

Pese a los acuerdos alcanzados con los pueblos atacameños, algunos siguen viendo el litio como amenaza.

Este año, un estudio en la revista Proceedings of the Royal Society B asoció la minería de litio a una caída del número de flamencos en Atacama.

"El desarrollo de tecnologías para frenar el cambio climático se ha identificado como un imperativo mundial. Sin embargo, estas tecnologías 'verdes' pueden tener un impacto negativo en la biodiversidad", asevera el estudio.

En 2013, una inspección a SQM constató la muerte de un tercio de los algarrobos del predio. La causa probable, según un estudio posterior, fue la falta de agua.

La empresa informó haber usado cerca de 400.000 litros por hora este año.

"Queremos saber, a ciencia cierta, cuál ha sido el real impacto de la extracción de agua de las napas", reclama Claudia Pérez, de 49 años, residente del valle del río San Pedro y trabajadora de un programa estatal de apoyo a comunidades indígenas.

No está contra del litio, pero exige "minimizar el impacto negativo a la gente".

- "Litio no comemos" -

Del otro lado de la puna andina, la ruta serpentea entre Olaroz, Cauchari y otros salares de las provincias argentinas de Jujuy, Salta y Catamarca, que albergan el segundo mayor depósito de litio del mundo.

Con pocas restricciones para su explotación y regalías de solo 3%, Argentina figura como cuarto productor mundial con dos minas: la estadounidense Livent tiene una desde los noventa y la otra, más reciente, es una sociedad de Australia, Japón y una empresa pública argentina.

Decenas de proyectos de firmas estadounidenses, chinas, francesas, surcoreanas y locales hacen que Argentina, en medio de una grave crisis económica, proyecte extraer más litio que Chile antes de 2030.

Según Roberto Salvarezza, presidente de las estatales YPF-Litio e YPF-Tec, la producción se quintuplicaría hacia 2025.

El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, incluso invitó en abril vía Twitter al líder del gigante de la electromovilidad Tesla, el magnate estadounidense Elon Musk, a invertir en la provincia cuando este se quejó del alto precio del litio.

Pero en Salinas Grandes, desierto entre Salta y Jujuy, los visitantes se topan con un cartel que dice: "No al litio, sí al agua y a la vida". En 2019, sus pobladores expulsaron a dos mineras que pretendían establecerse en la zona.

"No es, como dicen, que ellos van a salvar al planeta... Nosotros tenemos que dar la vida para salvar al planeta", sentencia Verónica Chávez, presidenta de la comunidad indígena kolla Santuario de Tres Pozos, junto a Salinas Grandes.

"Litio no comemos nosotros, batería tampoco. El agua sí la tomamos", agrega Chávez, de 48 años, parada frente a montañas de sal extraída por una cooperativa local.

A unos metros, Bárbara Quipildor, de 47, arma empanadas en una pequeña construcción hecha de sal.

"Quiero que nos dejen tranquilos, en paz. No quiero yo el litio, más allá de que sé que hay mucho dinero", afirma.

"El futuro de los hijos de mis hijos es la preocupación".

- Hotel Lithium -

Unos 300 km al norte de Jujuy, el salar de Uyuni, en Bolivia, guarda más litio que ningún otro: un cuarto de los recursos identificados en la Tierra, según USGS.

Está en Potosí, región rica en plata y estaño que por siglos movió la economía del imperio español. Pero hoy, más de la mitad de los potosinos son pobres.

Al inicio de su mandato, el expresidente izquierdista Evo Morales (2006-2019) nacionalizó los hidrocarburos y otros recursos, entre ellos el litio.

"Bolivia va a poner el precio para todo el mundo", llegó a decir Morales, que ha llamado al resto de la región a seguir su ejemplo y el de México, donde el litio se nacionalizó en abril.

Sus palabras trajeron esperanza a Río Grande, pequeño poblado de caminos de tierra cercano a la planta de la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB).

Lleno de optimismo, Donny Alí construyó allí su Hotel Lithium.

Pero la prosperidad no llega y Bolivia aún no produce el metal a escala industrial.

"Nuestras comunidades están olvidadas. Nosotros esperábamos un gran desarrollo tecnológico industrial y, sobre todo, mejores condiciones de vida. Eso no ha llegado", lamenta Alí, un abogado de 34 años, sentado en un sofá del hotel sin huéspedes.

Tras años de estancamiento, el gobierno de izquierda se ha abierto a la participación privada, pero no se sabe cómo se implementará porque la ley la prohíbe.

"Hay quienes opinan que Bolivia 'va a perder el tren' del litio. Yo pienso que eso no va a suceder", afirma a la AFP Juan Carlos Zuleta, economista especializado en litio que dirigió YLB brevemente en 2020.

La pregunta, en cambio, es "si esa extracción de litio va a beneficiar a los bolivianos".

- "La próxima China" -

El año pasado, un informe del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington atribuyó a "climas de inversión desfavorables y condiciones geográficas más desafiantes" el rezago de Argentina y Bolivia frente a Chile en aprovechar sus vastos recursos de litio.

Pese a las diferencias, los tres países tienen como objetivo ir más allá y empezar a fabricar baterías.

Argentina está más cerca, con una fábrica estatal piloto que prevé comenzar a operar en diciembre.

"En Sudamérica están todas las materias primas necesarias para producir baterías y vehículos eléctricos", explica Zuleta.

"Esto significaría una posibilidad concreta de convertir a Sudamérica en la próxima China", concluye.

Mientras tanto, el hotel Lithium sigue vacío y las comunidades de los salares, en pie de guerra por el agua.

Y.Al-Shehhi--DT