En la campiña inglesa aumenta el fervor ante el jubileo de la reina
"A veces me despierto a las tres de la mañana pensando en lo que tal vez nos olvidamos de encargar", cuenta a la AFP Suze Meredith presidenta del comité encargado de las celebraciones de los 70 años de reinado de Isabel II en el pueblo inglés de Bidford on Avon.
"Desde hace tres meses trabajamos a tiempo completo", afirma.
Esta mañana los bomberos pasaron con una escalera para colgar guirnaldas tricolores en la calle principal.
En pocas horas, hay un ensayo general de un grupo de bailes tradicionales.
Todo debe estar perfecto el gran fin de semana feriado del 2 al 5 de junio que celebrará en todas partes del Reino Unido y a veces más allá, los 70 años de reinado (el jubileo de platino) de la soberana de 96 que sigue siendo muy popular.
El comité de los festejos del jubileo de Bidford, bello pueblo con un puente de piedra del siglo XV, se creó en verano pasado.
Su programa para los cuatro días del Jubileo es impresionante: concursos de jardinería y de disfraces para niños, carrera de antorchas, críquet, tenis, fútbol y bolos, un concierto especial del coro local, exposiciones y conferencias.
El pueblo de 6.000 habitantes, situado a 180 km al noroeste de Londres, también organiza un concurso de pasteles, y creo un jardín del Jubileo, donde serán enterradas varias cápsulas del tiempo, una de ellas durante 50 años y que relata la vida en 2022.
Las celebraciones concluirán el domingo con una gran fiesta con orquesta, bailarines, juegos infantiles y comida festiva.
En las calles del pueblo vecino de Alcester, se ven las calles engalanadas con banderas tricolores y grandes retratos de la reina con la bandera británica de fondo.
Los escaparates de las tiendas de beneficencia -que revenden donaciones para buenas causas- son una sucesión de homenajes a Isabel II, con tazas y platos antiguos con su efigie, libros, fotos, pequeñas cucharas del matrimonio principesco de 1981, e inclusive figuras de porcelana de los perros preferidos de la monarca.
"Muchos piensan que ya no debería haber monarquía, pero nosotros crecimos con eso y eso hace parte de la tradición, de nuestra identidad, nuestra cultura", dice Tabitha Dibson, madre de dos jóvenes.
Cuenta cómo su abuela escuchaba cada año el discurso de Navidad de la reina y se sentía muy cercana a ella. "Es la figura de proa del país, también es la jefa de la Iglesia, es importante", dice.
"Es una mujer notable, un activo mayor para el país", afirma Philomena Hodgetts, de 73 años, que celebra a su monarca y la califica como "imperturbable", pase lo que pase. "Es alguien que se puede admirar".
- Recuerdos emocionantes -
En la fiebre de los preparativos del jubileo, los recuerdos muy emotivos vuelven a resurgir.
Phyllis Losh, cuyo hijo era militar durante la guerra del Golfo, cuenta que fue invitada a ver a la monarca en una base militar.
"Soy pequeña, ella tenía la misma estatura mía. Tiene unos ojos azules magníficos", dice, antes de contar riéndose cómo ese día tuvo que "hacer una reverencia, con una taza de té" en la mano, sin soltar su bolso.
"Es una mujer absolutamente maravillosa", afirma. "Ella hace todo con mucha dignidad", agrega.
Steve Jackson, jubilado que preparó el concierto del jubileo con unos 60 coristas, subraya también la evolución de la monarquía durante su reinado.
"Antes no se les veía mucho, vivían de manera muy privada en el palacio de Buckingham. Ahora son mucho más abiertos", considera, refiriéndose al príncipe Carlos, de 73 años, heredero al trono, pero especialmente su hijo Guillermo, de 39 años, segundo en la línea de sucesión.
Nadie cree que la reina, que aparece cada vez menos en público por sus problemas de movilidad, pueda abdicar, o que el trono pase directamente a su nieto Guillermo.
"Pienso que no abdicará. Ella ve eso como un deber", dice Steve Jackson. "Y Carlos seguirá después, esa es la tradición".
J.Chacko--DT