Las avispas macho emplean su pene como aguijón
Las avispas macho, que carecen de aguijón, emplean su pene dotado de espinas como arma defensiva para evitar ser comidas por sus depredadores, reveló un estudio publicado el lunes.
Científicos japoneses hicieron este descubrimiento de forma accidental, después de que uno de ellos fuera picado por uno de estos insectos.
Shinji Sugiura, biólogo especialista en estrategias anti-depredadoras en animales de la Universidad de Kobe, explicó a AFP que, a raíz de que una de sus estudiantes -Misaki Tsujii, co-autora del estudio, aparecido en la revista Current Biology- fuera picada por una avispa macho, decidió provocar un ataque similar sobre sí mismo.
Las avispas macho no poseen el temido aguijón con veneno con el que están equipadas las hembras. "Como pensaba que los machos eran inofensivos, me sorprendió sentir el dolor de una picadura", señaló.
La hipótesis de que ciertos insectos macho puedan picar con sus genitales, explicó el científico, había sido formulada antes, pero faltaba la prueba.
Sugiura sospechaba que las dos grandes espinas ubicadas a ambos lados del pene del insecto eran las responsables del dolor producido. Para probar su hipótesis en el laboratorio, ofreció avispas a dos especies de ranas de árbol.
"Observamos a muchos machos que, en el momento del ataque, perforaban la boca u otros órganos de las ranas con sus genitales", describe.
En uno de los vídeos que registran el ensayo, puede verse a uno de los anfibios intentando masticar el insecto antes de sacárselo de la boca con ayuda de una pata. En total, más de un tercio de los depredadores acabaron escupiendo las avispas tras ser picados.
En cambio, cuando el experimento se reprodujo con avispas a las que se les habían extirpado los genitales, las ranas se las tragaron de golpe.
La diferencia entre ambas situaciones era "estadísticamente significativa, lo que sugiere que se trata de una estrategia de supervivencia en los machos que ha influido en la historia evolutiva de las avispas", subrayó el investigador.
Más allá de su rol reproductivo, las partes genitales de los insectos han sido poco estudiados hasta ahora. Y no por falta de casos interesantes: por ejemplo, se ha descubierto que las mariposas esfinge se sirven de sus órganos genitales para emitir ultrasonidos contra los murciélagos.
Y Shinji Sugiura ha investigado la manera en que ciertos coleópteros consiguen escapar tras ser tragados saliendo por el ano de sus depredadores.
Ahora, el biólogo pretende determinar si otras familias de avispas tienen el mismo sistema de defensa genital.
I.Viswanathan--DT