Una cervecera japonesa sigue el ejemplo de otras empresas y abandona Birmania
La cervecera japonesa Kirin anunció el lunes que se retiraba de Birmania, siguiendo el ejemplo de otras empresas extranjeras que han abandonado el país asiático desde el golpe de Estado el año pasado y la represión de la disidencia.
La empresa japonesa justificó su decisión tras no lograr un acuerdo de separación con su socio en el país, Myanmar Brewery Limited, una empresa controlada ahora por la junta, que tomó el poder el 1 de febrero de 2021.
Kirin expresó "su pesar por las acciones de los militares que tomaron el poder por la fuerza en Birmania" y dijo que la política de la junta estaba en contradicción con los principios de derechos humanos de la empresa.
La compañía sigue así el ejemplo de otras firmas extranjeras que se han retirado o han suspendido sus operaciones en este país de 50 millones de habitantes tras el golpe de Estado.
Desde la toma del poder de los militares y la detención de la líder civil Aung San Suu Kyi, la represión de los opositores al golpe ha dejado más de 1.500 civiles muertos, según los últimos balances.
La situación alentó a grupos de derechos humanos a presionar a las empresas para que se replantearan sus actividades en este país del sureste asiático.
- "Riesgos de reputación" -
Además, el gobierno de Estados Unidos advirtió el mes pasado a las empresas de todo el mundo que al hacer negocios en Birmania, corrían "el riesgo de incurrir en conductas que pueden exponerlas a importantes riesgos de reputación, financieros y legales".
En particular, se pidió evitar empresas estatales, el sector de las piedras y metales preciosos, los proyectos inmobiliarios y de construcción, y el negocio de las armas.
En el sector energético, varios grandes grupos internacionales ya han anunciado su salida, como la francesa TotalEnergies, la estadounidense Chevron o la australiana Woodside.
La empresa francesa de energías renovables Voltalia también se ha ido.
El año pasado, la compañía de cigarros británica BAT y el operador de telecomunicaciones noruego Telenor decidieron abandonar el país.
Y la semana pasada, la naviera taiwanesa Evergreen anunció que sus barcos evitarían a partir de ahora el puerto de Rangún, la capital económica de Birmania.
- Suspender operaciones -
Algunas empresas decidieron en cambio no retirarse del todo, sino suspender sus operaciones. Es el caso del grupo italiano Benetton, que dejó de hacer nuevos pedidos tras el golpe.
El gigante energético francés EDF suspendió su participación en un proyecto de 1.500 millones de dólares para la construcción de una presa hidroeléctrica.
En cuanto a la japonesa Suzuki, suspendió la producción en sus dos fábricas, antes de cambiar de opinión y reabrir rápidamente las instalaciones.
Y el grupo hotelero francés Accor, con 9 hoteles en Birmania, dijo el viernes que había "tomado la decisión de permanecer en el país por ahora y mantener el apoyo" a sus 1.000 empleados.
H.El-Hassany--DT