Expertos confían en lograr un impulso político para proteger los océanos en una reunión en Francia
La One Ocean Summit, una reunión organizada esta semana en Francia, puede conseguir el impulso político necesario para concluir un tratado que proteja altamar, un tesoro debilitado por la actividad humana, confían los expertos.
La altamar o aguas internacionales empieza donde terminan las zonas económicas exclusivas de los Estados, a un máximo de 200 millas náuticas de las costas, con lo que no está bajo la jurisdicción de ningún país.
Representa más del 60% de los océanos del mundo y casi la mitad del planeta pero ha sido ignorada durante mucho tiempo en que la atención se centraba en las zonas costeras y algunas especies emblemáticas.
Los progresos de la ciencia permitieron demostrar la importancia de proteger este océano rebosante de una biodiversidad a menudo microscópica: aporta la mitad del oxígeno que respiramos y limita el calentamiento climático al absorber parte importante del CO2 emitido por las actividades humanas.
Pero estos ecosistemas se debilitan víctimas de las emisiones que provocan calentamiento o acidificación del agua, de contaminaciones de todo tipo o de sobrepesca.
Por ello es urgente culminar un texto jurídicamente vinculante sobre "la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina de las zonas sin jurisdicción nacional", argumentan las ONG.
"Es más importante que nunca debido al impacto del cambio climático sobre el medioambiente marino", dijo a la AFP Liz Karan, experta de la oenegé Pew Charitable Trusts.
"El tratado sobre la altamar no permitirá solucionar todos los problemas, pero puede asegurar la puesta en marcha de refugios para que las especies marinas y la naturaleza puedan respirar, sobrevivir y adaptarse al calentamiento", dice esta experta, que espera "anuncios" durante esta cumbre, que comienza este miércoles y se celebra hasta el viernes en Brest, al oeste de Francia.
- "La biodiversidad desaparece" -
Las negociaciones formales sobre este tratado empezaron en 2018 pero quedaron interrumpidas por la pandemia.
Abordan cuatro campos: la creación de zonas marinas protegidas, los recursos genéticos marinos y el reparto de sus ventajas, la realización de estudios de impacto ambiental y el refuerzo de capacidades y transferencia de tecnologías a países en desarrollo.
Pero quedan muchos puntos sensibles para solventar, como el reparto de los posibles beneficios de la explotación del recursos genéticos de altamar, donde empresas farmacéuticas, químicas o cosméticas esperan descubrir moléculas milagrosas.
Los países pobres "quieren que todo el beneficio financiero originado por los recursos en altamar caiga en un régimen de repartición de beneficios", explica a AFP Andre Abreu, de la fundación Tara Océan.
Pero "la urgencia de comprender el impacto del cambio climático en esta diversidad de altamar es más fuerte que la urgencia de repartir hipotéticos beneficios", insiste Abreu, que pide a los países ricos respaldar financieramente a los países en desarrollo para que puedan investigar estos ecosistemas.
En la cuarta y teóricamente última sesión de negociaciones, prevista ahora en marzo tras varias negociaciones, los Estados deben también abordar cuestiones de cooperación con las numerosas organizaciones marítimas regionales que gestionan la pesca y acordar las reglas de gobernanza.
La Alianza de Altamar, que agrupa una cuarentena de ONGs, confía en que la reunión de Brest despierte la atención sobre este tratado, el "más importante" en materia medioambiental y del que "la gente no ha escuchado nunca hablar".
"Es urgente, cada día, cada año que pasa, la biodiversidad desaparece. Tenemos que finalizar estas negociaciones", reclama su directora Peggy Kalas.
El gobierno francés va a reunir hasta el viernes a decenas de científicos, oenegés, políticos y empresarios para lograr un impulso en varios temas que afectan a los océanos, que ocupan el 70% de la superficie terrestre y juegan un papel esencial contra el cambio climático.
El viernes, 18 jefes de Estado y de gobierno, entre ellos el colombiano Iván Duque, estarán presentes junto al mandatario francés Emmanuel Macron en Brest.
Y.Sharma--DT