Banco Central de Brasil cambia de mando pero alzas de tasas continuarán
El Banco Central de Brasil (BCB) debe anunciar el miércoles un nuevo incremento de la tasa de interés de referencia Selic, en su primera reunión bajo la presidencia de Gabriel Galípolo, designado por el gobierno en un contexto de presiones inflacionarias.
En su cita más reciente, en diciembre, los miembros del Comité de Política Monetaria fijaron la tasa de interés en 12,25% y anticiparon un incremento de un punto porcentual para enero. De confirmarse esta decisión, la tasa Selic llegaría a 13,25%, un máximo desde agosto de 2023 y una de las más elevadas del mundo.
La llegada de Galípolo, un economista de 42 años considerado afín al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, seguramente no va alterar la postura de ajuste del emisor, que ha resuelto aumentos sostenidos en la tasa de interés desde septiembre de 2024.
En el cargo desde el 1 de enero, el nuevo titular del BCB "no va a tener una administración política para agradar a Lula. (...) El sabe muy bien que deslizar algo diferente a lo que el mercado entiende como adecuado puede tener un costo posterior", dijo a la AFP el analista económico André Perfeito.
"No debería haber ninguna sorpresa", agregó Perfeito.
Más de un centenar de instituciones financieras y consultoras encuestadas por el diario económico Valor coinciden en que el emisor mantendrá el incremento previsto de un punto porcentual.
Brasil cerró el año pasado con una inflación de 4,83%, por encima de la meta oficial de 1,5% a 4,5%, principalmente debido al precio de los alimentos. El Ejecutivo ha deslizado varios planes para contener el incremento d eprecios, sin decantarse aún por alguna medida concreta.
- "Cauteloso" -
El mercado elevó el lunes su pronóstico de inflación para 2025 a 5,50%, frente al 5,08% que esperaba tan solo una semana atrás, según el último boletín Focus del BCB. "Eso debería reforzar el tono cauteloso del Banco Central", comentó Perfeito.
Subir tasas implica encarecer el crédito y eso desestimula el consumo y la inversión, lo cual reduce presiones sobre los precios. Pero, al mismo tiempo, puede frenar el crecimiento económico.
Lula tuvo una tensa relación con Roberto Campos Neto, antecesor de Galípolo nominado por el expresidente de ultraderecha Jair Bolsonaro. El mandatario le reprochaba al titular del central su postura reacia a bajar la tasa de interés.
La mayor economía de América Latina registró entre septiembre y noviembre la tasa de desempleo más baja en 12 años (6,1%) y en el tercer trimestre de 2024 el crecimiento económico llegó al 4% interanual.
A pesar de estos buenos números el gobierno de Lula enfrenta la desconfianza de inversores por la expansión del gasto público.
Su plan de medidas de ahorro no logró apaciguar al mercado ya que, en paralelo, el Ejecutivo anunció una reducción impositiva para la clase media. La moneda se depreció a niveles récord, aumentando la presión inflacionaria.
A esto se suma la expectativa de los anuncios del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien prometió durante la campaña medidas arancelarias y comerciales agresivas contra otros países.
Brasil es vulnerable en una eventual guerra comercial con Estados Unidos, su segundo mayor socio comercial después de China.
La asunción de Trump, "trae más volatilidad, más incertidumbre" y eso "refuerza una lectura más alcista de las tasas en Brasil", concluyó Perfeito.
D.Farook--DT