La justicia de Groenlandia decide si libera al defensor de ballenas Paul Watson
La justicia de Groenlandia se pronuncia este jueves sobre prolongar la detención del activista Paul Watson, arrestado en este territorio autónomo danés y reclamado por Japón por un caso vinculado a su militancia contra la caza de ballenas.
"La petición de extradición (...) se basa en hechos completamente falsos", dijo a la AFP Julie Stage, una de las abogadas del activista canadiense de 73 años.
El equipo legal de Watson, fundador de la oenegé Sea Shepherd y de la fundación que lleva su nombre en defensa de los océanos, estima desproporcionado mantenerlo detenido y reclama su puesta en libertad.
Si no accede a esta petición en la audiencia prevista para las 10H00 GMT, el tribunal de Nuuk, la capital de Groenlandia, puede prolongar la detención provisional hasta cuatro semanas más.
"No se cumplen las condiciones para tenerlo en detención provisional. No pienso que haya razón de sospecha en los hechos que le reprochan" en Japón, declaró su abogada.
Watson fue detenido el 21 de julio cuando su barco atracó en Nuuk para repostar y continuar su travesía para "interceptar" a una ballenero japonés en el Pacífico Norte, según la Captain Paul Watson Foundation (CPWF).
El arresto obedecía a una notificación roja emitida por Interpol en 2012 a instancias de Japón, que acusa al activista como corresponsable de daños a un buque ballenero y heridas a un marinero a quien habría lanzado una bomba fétida a la cara.
Otro militante neozelandés, Peter Bethune, fue condenado en 2010 a dos años de cárcel con suspensión de pena por estos hechos.
"Disponemos de un video que prueba que el tripulante que, según las autoridades japonesas, resultó herido ni siquiera estaba presente cuando se lanzó la bomba fétida", aseguró Stage.
- "Cuestión de venganza" -
La letrada presentará estas pruebas el jueves ante el tribunal de Nuuk, aunque este solo debe pronunciarse sobre la prolongación o no de la detención.
La cuestión de la extradición, que en última instancia depende del Ministerio de Justicia danés, se abordará separadamente en una audiencia que todavía no tiene fecha.
Para la defensa del activista, "estos videos demuestran que Japón inventa hechos para conseguir la extradición y condena" de su cliente, denunció Stage.
Otro de los abogados, François Zimeray, considera que este caso "es una cuestión de venganza de parte del sistema judicial japonés y de las autoridades japonesas".
Junto a Noruega e Islandia, Japón es uno de los últimos países que autorizan la caza comercial de ballenas.
Watson ha desplegado numerosas operaciones en sus aguas para impedir el trabajo de los balleneros hundiendo o asaltando sus buques o atacándolos con armas acústicas, cañones de agua o bombas fétidas.
Según Zimeray, especialista en derechos humanos, "en Japón existe una presunción de culpabilidad". "Los fiscales están orgullosos de anunciar que tienen una tasa de condena del 99,6%".
El entorno de Watson quiere evitar a toda costa su extradición. "Si es enviado a Japón, no saldrá vivo", afirmó la presidenta de Sea Shepherd Francia, Lamya Essemlali.
El arresto y detención del popular militante ecologista generó una ola de movilizaciones en todo el mundo. Una petición reclamando su liberación ha reunido hasta ahora más de 62.000 firmas.
La presidencia de Francia, donde vive Watson desde hace un año, reclamó a Dinamarca que no proceda a la extradición, pero la primera ministra del país escandinavo, Mette Frederiksen, no se ha pronunciado públicamente sobre el tema.
G.Gopalakrishnan--DT