Dubai Telegraph - Exfuncionarios afganos se reconvierten en las minas del Panshir

EUR -
AED 3.826075
AFN 77.056437
ALL 98.372049
AMD 415.616373
ANG 1.867286
AOA 952.619374
ARS 1089.866048
AUD 1.662941
AWG 1.875029
AZN 1.768394
BAM 1.957243
BBD 2.092052
BDT 126.142994
BGN 1.955228
BHD 0.392612
BIF 3065.462623
BMD 1.041683
BND 1.409156
BOB 7.15945
BRL 6.273118
BSD 1.036054
BTN 89.675401
BWP 14.4207
BYN 3.390716
BYR 20416.985682
BZD 2.081244
CAD 1.49356
CDF 2953.171006
CHF 0.944494
CLF 0.0379
CLP 1045.77688
CNY 7.574545
CNH 7.589363
COP 4490.122241
CRC 520.481208
CUC 1.041683
CUP 27.604598
CVE 110.348999
CZK 25.141059
DJF 184.504248
DKK 7.461148
DOP 63.566557
DZD 140.305455
EGP 52.398425
ERN 15.625244
ETB 129.90279
FJD 2.410819
FKP 0.857917
GBP 0.844039
GEL 2.969186
GGP 0.857917
GHS 15.677312
GIP 0.857917
GMD 75.521597
GNF 8955.441467
GTQ 7.996087
GYD 216.775012
HKD 8.114163
HNL 26.373189
HRK 7.687149
HTG 135.250358
HUF 411.639246
IDR 16983.390365
ILS 3.702975
IMP 0.857917
INR 90.179012
IQD 1357.32018
IRR 43841.830341
ISK 145.87727
JEP 0.857917
JMD 163.301172
JOD 0.738973
JPY 162.237956
KES 134.741822
KGS 91.095371
KHR 4174.097237
KMF 499.12211
KPW 937.514764
KRW 1496.643152
KWD 0.321078
KYD 0.863449
KZT 542.89805
LAK 22615.99849
LBP 92783.34651
LKR 308.131596
LRD 204.113414
LSL 19.316333
LTL 3.075819
LVL 0.630104
LYD 5.102713
MAD 10.401318
MDL 19.4064
MGA 4856.603666
MKD 61.547582
MMK 3383.345565
MNT 3539.638752
MOP 8.310146
MRU 41.050066
MUR 48.417497
MVR 16.047134
MWK 1796.633126
MXN 21.505461
MYR 4.632399
MZN 66.564421
NAD 19.316519
NGN 1615.015394
NIO 38.123164
NOK 11.783835
NPR 143.477396
NZD 1.840508
OMR 0.400963
PAB 1.036089
PEN 3.870453
PGK 4.21909
PHP 60.978557
PKR 288.863668
PLN 4.249832
PYG 8212.975875
QAR 3.777075
RON 4.976323
RSD 117.123673
RUB 103.645433
RWF 1452.577833
SAR 3.907895
SBD 8.820979
SCR 15.224193
SDG 626.051599
SEK 11.450445
SGD 1.411871
SHP 0.857917
SLE 23.698705
SLL 21843.57039
SOS 592.139375
SRD 36.568266
STD 21560.73377
SVC 9.065814
SYP 13543.961609
SZL 19.312144
THB 35.280239
TJS 11.293688
TMT 3.64589
TND 3.312622
TOP 2.439724
TRY 37.133174
TTD 7.036289
TWD 34.136162
TZS 2630.249588
UAH 43.658895
UGX 3828.403527
USD 1.041683
UYU 45.554239
UZS 13453.240786
VES 57.532651
VND 26250.410163
VUV 123.670691
WST 2.917574
XAF 656.44409
XAG 0.033785
XAU 0.000378
XCD 2.815201
XDR 0.798292
XOF 656.434631
XPF 119.331742
YER 259.378919
ZAR 19.299031
ZMK 9376.393467
ZMW 28.829392
ZWL 335.421483
Exfuncionarios afganos se reconvierten en las minas del Panshir
Exfuncionarios afganos se reconvierten en las minas del Panshir

Exfuncionarios afganos se reconvierten en las minas del Panshir

En medio del frío glacial de las montañas de Afganistán, Mohammad Israr Muradi cava en la áspera tierra en la boca de una mina de esmeralda. Con un colador improvisado y algo de agua, el expolicía rastrea en busca de gemas verdes.

Tamaño del texto:

A su alrededor hay otras decenas de compañeros que buscan la misma recompensa. Las piezas extraídas de las entrañas del valle Mikeni, a unos 130 kilómetros al noreste de Kabul, apenas son más grandes que cacahuetes.

Pero bastante para aliviar la pobreza absoluta de muchos en medio de una catástrofe humanitaria.

"Las esmeraldas que encontramos, las vendemos a 50, 80, 100 o 150 afganis", entre 0,50 y 1,5 dólares, dice Muradi.

No hace tanto, este joven dirigía la unidad antiterrorista de la policía en el vecino distrito de Paryan. Al quedarse sin empleo con la llegada de los talibanes al poder, probó suerte como vendedor de ropa de segunda mano en Kabul.

"No funcionó", dice el hombre de 25 años. Sin otra fuente de ingresos, se vio "obligado" a ir hacia las montañas.

- Un refugio remoto -

Las detonaciones resuenan por todo este valle, a 3.000 metros sobre el nivel del mar, a medida que equipos de artificieros causan explosiones para abrir las laderas de las montañas.

Los habitantes conocían la existencia de esmeralda en esta provincia de Panshir desde hace miles de años.

Pero la extracción sistemática no empezó hasta la década de 1970 y sigue siendo mayoritariamente artesanal. Las esmeraldas encontradas aquí se comparan con las de Colombia, las más apreciadas del planeta.

Cada hueco es propiedad de varias decenas de socios y lo trabaja un equipo de unos diez mineros, cavando túneles de hasta 500 metros de longitud.

Pero los recién llegados quedan relegados al trabajo menos agradecido, tedioso y peor pagado en las entradas de las minas, donde llegan carreteras desvencijadas llenas de escombros.

Es un enorme paso atrás para Gulabuddin Mohammadi, de 27 años, que antes ganaba 35.000 afganis (340 dólars) mensuales en el ahora desaparecido ejército del gobierno prooccidental.

Para llegar a las minas desde el fondo del valle hay que andar dos horas por precarias sendas heladas hasta una aldea de refugios de adobe, abastecida por convoyes de asnos.

Pero su remota ubicación forma parte del atractivo para Mohammadi, un veterano de las fuerzas armadas que buscaba un santuario tras la derrota de su bando frente a los talibanes.

Muchos antiguos soldados y agentes de policía acudieron a estas montañas para tratar de sobrevivir y escapar a potenciales represalias por sus pasados cargos en el gobierno derrocado.

Los talibanes proclamaron públicamente una amnistía, pero grupos de defensa de derechos humanos aseguran que más de 100 personas han sido ejecutadas o han desaparecido.

Pero hasta ahora, la mayor injusticia para Mohammadi es la miseria de este campo.

"Somos tratados como ganado", protesta. "No tenemos un lugar de verdad para vivir, estamos en tiendas. No tenemos agua, ni fuego, ni clínica si enfermamos", continúa.

Pero la hundida economía afgana no le deja muchas opciones para alimentar a los 25 miembros de su familia.

Desde la caótica retirada, los países occidentales han congelado la ayuda internacional y miles de millones de activos afganos en el exterior.

- Regreso a Kabul -

El montañoso Panshir ha sido históricamente un nido de resistencia contra las fuerzas exteriores.

Los muyahidines antisoviéticos es congregaron aquí en los 1980. Y los rebeldes antitalibanes se movían entre sus cretas durante el primer régimen de los fundamentalistas entre 1996 y 2001.

Esta vez, el valle Mikeni no ha escapado a las garras de los talibanes.

La provincia fue la última en caer en septiembre, pero cuando los combatientes islamistas llegaron hubo poca resistencia.

Los nuevos dirigentes subieron hasta las minas días después, recuerda Mohammad Riyah Nizami, antiguo oficial de policía en Kabul que ya trabajaba allí.

Examinaron las manos de los hombres para identificar a los recién llegados por la escasa rugosidad de la piel y detuvieron a unos 20 que posteriormente fueron liberados.

"Nadie les dijo que éramos de la policía, el ejército o los servicios de seguridad", dice Nizami.

Los talibanes buscaban a guerrilleros que se estuvieran movilizando contra el nuevo gobierno.

Nizami se considera afortunado hasta ahora. Su trabajo, garantizado por un amigo, consiste en empujar un carro entre los túneles por un salario diario de casi 4 dólares.

Ahora está de vuelta a Kabul a petición de oficiales talibanes que quieren aprovechar sus habilidades informáticas.

Muradi está listo para hacer lo mismo. Los talibanes quieren reconstruir el ejército y la policía de Afganistán.

Durante años, su trabajo fue perseguir a los nuevos jefes del país. Ahora, asegura, "si me llaman para volver a trabajar, iré".

V.Munir--DT