Las ambiciones diplomáticas de un tercer mandato de Modi en India
El primer ministro de India, Narendra Modi, está cerca de obtener el martes su tercer período al frente del país más poblado del mundo, con una economía en rápido crecimiento y una mayor proyección internacional.
El líder nacionalista hindú de 73 años, quien presiona por un cupo permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, ha sido cortejado por Estados Unidos y países europeos como un contrapeso a China.
Las potencias occidentales incluso dejaron de lado las preocupaciones por el creciente autoritarismo en la quinta mayor economía del mundo.
Modi aprovechó la presidencia del G20 en 2023 para afianzar su imagen internacional, y espera postular a India como sede de los Juegos Olímpicos de 2036, después de organizar el año pasado el Mundial de cricket.
A continuación las ambiciones diplomáticas de Modi tras una década en el poder y en vísperas de un tercer mandato.
- Estados Unidos y Europa -
El presidente estadounidense, Joe Biden, recibió a Modi el año pasado en una visita de Estado, donde calificó las relaciones con India como "la asociación definitoria del siglo XXI".
Washington aprobó en febrero la venta de drones a India por 4.000 millones de dólares para apuntalar su defensa frente a la vecina China.
Los lazos con Washington se han fortalecido pese a las advertencias de grupos de derechos humanos por las amenazas a la democracia india y la creciente discriminación a la minoría musulmana, de más de 200 millones de personas.
Aún así, el Departamento de Justicia acusó el año pasado a un indio de planear un intento de asesinato en Nueva York con el aval de la agencia de inteligencia de India.
India también tiene fuertes lazos con Europa. Con Francia espera ampliar sus acuerdos multimillonarios, que incluyen la venta de aviones caza Rafale y submarinos Scorpene.
- China -
Las relaciones entre los dos países más poblados del mundo decayeron en 2020 después de que sus fuerzas armadas tuvieron un enfrentamiento en una zona fronteriza de altura.
Las dos potencias nucleares emplean a miles de soldados para vigilarse mutuamente, y los reclamos territoriales permanecen como una fuente de tensiones.
El gobierno derechista de Modi ha destinado miles de millones de dólares a la infraestructura militar e incrementó el gasto militar en 13% el año pasado, aunque siguen siendo un cuarto del de China.
Pese a la rivalidad, China es el segundo mayor socio comercial de India.
- Rusia -
Las relaciones entre Nueva Delhi y Moscú datan de la Guerra Fría, y Rusia es de lejos su principal proveedor de armas.
India no ha condenado explícitamente a Rusia por la invasión a Ucrania, se abstuvo en las resoluciones de la ONU de censura a Moscú y compró petróleo a precios reducidos tras las sanciones occidentales.
En marzo, Modi felicitó al presidente Vladimir Putin por su reelección y dijo que esperaba impulsar su relación "especial".
- Pakistán -
El gobierno de Modi se ha negado a relacionarse con su rival histórico Pakistán, y acusa a Islamabad de terrorismo transfronterizo.
Los dos países han librado tres guerras y varios enfrentamientos menores desde la separación del subcontinente en 1947. El control de la disputada Cachemira es la principal fuente de tensiones.
Modi realizó en 2015 una visita sorpresa a la ciudad pakistaní de Lahore, pero las relaciones decayeron en 2019.
Aún así, Modi felicitó en marzo a su colega pakistaní, Shehbaz Sharif, por su retorno al poder.
Fue una rara expresión de buena voluntad entre los dos países rivales, y generó expectativas de un deshielo en las relaciones.
- "Sur Global" -
Modi también proyectó a India como miembro de los BRICS, una alianza de economías emergentes, y se refirió a su país como "una voz fuerte e importante del Sur Global".
Bajo la presidencia de Modi, el G20 incorporó a la Unión Africana como miembro. India defendió que los países en desarrollo deben tener una voz en la toma de decisiones mundiales.
A.Al-Mehrazi--DT