La extrema derecha portuguesa ataca a la población gitana antes de las elecciones
El partido de extrema derecha Chega atacó duramente a los gitanos de Portugal, acusándolos de abusar de los beneficios sociales y de ser delincuentes, con el objetivo de sacar rédito en las elecciones legislativas anticipadas del domingo en Portugal.
Muchos gitanos, conocidos como romaníes, temen por el impacto que esto tendría en sus vidas, con encuestas que sugieren que Chega (Basta), con un solo escaño en el parlamento actual, podría emerger como la tercera fuerza del próximo parlamento.
Jose Fernandes, dueño de un restaurante y líder de Techari, un grupo que representa a los casi 4.000 romaníes en Loures, al norte de Lisboa, dijo que Chega hizo brotar el "racismo oculto" que siempre ha existido en Portugal.
"Temo por el futuro... las provocaciones, el odio, las represalias contra nuestros hijos en las escuelas", expresó el hombre de 58 años.
Fue en Loures donde el líder de Chega, el excomentarista deportivo André Ventura, se dio a conocer en 2017 al acusar a los gitanos de ser "adictos" a la beneficencia social y de creerse "encima de la ley".
En ese entonces disputaba la alcaldía de Loures como candidato del centroderechista PSD, uno de los dos partidos que han dominado la política portuguesa desde la revolución de 1974, que puso fin a décadas de dictadura de derecha.
En 2019 fundó Chega, que alcanzó 1,3% de la votación de ese año y obtuvo un escaño legislativo, el primero para una formación de extrema derecha desde el fin de la dictadura.
Las encuestas sugieren que Chega podría alcanzar alrededor de 7% de los votos el domingo, lo que le daría más de una decena de escaños, similar a la extrema derecha en otros países europeos.
- Políticamente incorrecto -
El partido generó controversia al año siguiente con su propuesta de crear un "plan de confinamiento específico para las comunidades romaníes durante la pandemia del covid-19".
"La meta era dejar claro que hay una comunidad en Portugal que tiene mucha dificultad para respetar las reglas de confinamiento", indicó Ventura a AFP en una entrevista en la cual defendió su línea dura contra los gitanos.
La comunidad tiene "un problema crónico de dependencia de los beneficios, delincuencia y violencia", agregó el dirigente de 39 años.
Ventura dijo que dejó el PSD y fundó Chega para generar un debate "políticamente dinámico, a veces políticamente incorrecto".
Maria Cardoso, una ama de casa romaní en una barriada de Loures, cuya familia de seis depende de 512 euros (580 dólares) mensuales que recibe de la beneficencia social, dice que no ha seguido la campaña electoral, pero tiene una opinión sobre Ventura.
"Él es un racista, no debería discriminar contra los romaníes", aseguró.
Su casa está situada en una de las últimas barriadas de Loures, que ha trasladado a sus pobladores a viviendas públicas.
"Los romaníes quieren integrarse, pero quienes nos pueden dar empleo no nos dan oportunidades", reclamó la mujer de 48 años que nunca pasó de la educación primaria.
Recientemente se le negó un puesto limpiando una casa y una vez fue despedida al día siguiente de empezar en un empleo, cuando sus jefes se enteraron de que era gitana.
- Chivos expiatorios -
La población romaní de Europa se calcula en más de 10 millones y muchos sufren exclusión social y pobreza extrema, según el Consejo de Europa, el organismo continental de derechos humanos.
Hay unos 30.000 romaníes en Portugal, cuya población es de 10 millones, según un estudio de 2014 del Alto Comisionado de Migración portugués, con base en cifras de autoridades locales.
La cifra solo incluye a los gitanos "visibles", radicados en campamentos o viviendas sociales, dijo la socióloga Olga Magano, una de las autoras del estudio, quien explicó que hay una "gran animosidad" en Portugal hacia los romaníes.
El primer ministro Antonio Costa, cuyo Partido Socialista es favorito para ganar las elecciones del domingo aunque sin alcanzar una mayoría, ha criticado a Ventura al señalar que "no hay problema con la comunidad romaní", que ha estado en Portugal "durante siglos".
Portugal es un país acostumbrado a la llegada de migrantes de sus excolonias, como Brasil y Angola, por lo que la migración no es un tema atractivo para la extrema derecha como lo es en otros países europeos, según analistas.
"Chega adaptó el clásico discurso xenofóbico de la extrema derecha al contexto portugués", comentó el politólogo Alexandre Afonso, de la Universidad de Leiden, Holanda.
Consideró que los romaníes son "el chivo expiatorio más práctico" para la extrema derecha portuguesa.
A.Hussain--DT