Suerte de condenado a muerte que afirma ser inocente en juego en Corte Suprema de EEUU
La Corte Suprema de Estados Unidos examinó el martes el recurso de Rodney Reed, un condenado a muerte que afirma ser inocente y que escapó in extremis de su ejecución en 2019 gracias al apoyo de estrellas, legisladores y millones de estadounidenses.
La máxima instancia judicial del país no debatió el fondo del caso de Reed, sino un aspecto muy técnico que tiene que ver con cuestiones procesales.
La decisión del tribunal de nueve miembros, que debe tomarse antes del 30 de junio del año próximo, tendrá sin embargo un impacto directo en el futuro de Reed, al autorizar la reapertura de su expediente o, por el contrario, su ejecución.
El afroestadounidense de 54 años fue condenado a muerte en Texas en 1998 por un jurado compuesto exclusivamente por blancos por la violación y el asesinato de Stacey Stites, una mujer blanca de 19 años.
Rastros de su semen fueron hallados en la víctima y durante el juicio los fiscales aseguraron que tenía antecedentes de violencia sexual. Reed siempre lo negó y explicó que tenía un romance secreto con la víctima.
Sus defensores creen que elementos recogidos tras el juicio acreditan su versión de los hechos y apuntan a otro sospechoso: el prometido de la víctima, Jimmy Fennell, un oficial de policía que luego cumplió una sentencia de 10 años de prisión por un secuestro y violación cometidos mientras estaba de servicio.
Según los partidarios de Reed, un compañero de prisión de Fennell dijo que éste le confesó que había matado a Stites porque se acostaba a sus espaldas con un hombre negro.
Fennell ha negado haber estado involucrado en el asesinato de Stites, pero la policía inicialmente lo consideró sospechoso.
- Sudor y piel -
Para probar su inocencia, Reed solicitó al estado de Texas en 2014 nuevos análisis de ADN, en particular del cinturón con el que estrangularon a la joven.
"Las manos del asesino pudieron haber dejado sudor o células de la piel" sobre este objeto, señalan sus abogados en un alegato dirigido a la Corte Suprema.
Sus apelaciones para pruebas de ADN fueron negadas repetidamente por los tribunales estatales, por lo que Reed recurrió a las cortes federales en 2019, acusando a Texas de "negación de derechos".
Pero la justicia federal se negó a intervenir alegando que su solicitud había llegado demasiado tarde, ya que la ley establece un período de dos años para impugnar la decisión de un tribunal estatal en un tribunal federal.
La pregunta ante la Corte Suprema es, ¿cuándo se abre ese período? Texas argumenta que es a partir de la primera decisión de la corte estatal; Reed sostiene que es a partir de la última.
En la audiencia, los jueces progresistas del máximo tribunal parecieron inclinarse a favor de Reed. "¿No es la forma más sencilla de decir que una persona no ha sido perjudicada hasta que se haya completado el proceso en el estado?", se preguntó la magistrada Elena Kagan.
Sus colegas conservadores, que denuncian regularmente las maniobras dilatorias de los condenados a muerte, no dejaron filtrar su preferencia. El juez Samuel Alito se limitó a señalar "la especificidad y estrechez" de la pregunta formulada.
Para The Appeal, un sitio informativo que expone lo que considera deficiencias del sistema legal estadounidense, este caso ilustra perfectamente "las circunvoluciones del sistema penal en Estados Unidos" que, a su entender, da más peso a la interpretación de una ley que a los elementos del expediente.
En 2019, cuando el estado de Texas había fijado una fecha para su ejecución, el caso de Reed concitó una gran movilización. La estrella de telerrealidad Kim Kardashian, las cantantes Rihanna y Beyoncé y varios legisladores de ambos partidos, incluido el senador republicano Ted Cruz, pidieron entonces que se reabriera su expediente.
Dos peticiones que buscaban detener la ejecución de Reed circularon por internet y obtuvieron más de 3,5 millones de firmas. Finalmente se logró parar la ejecución cinco días antes de la fecha límite.
Esta vez, la movilización es menos visible, pero sus simpatizantes se concentraron frente al templo de la ley, en Washington, con una gran pancarta que proclamaba "¡Rodney Reed es inocente!"
Y.I.Hashem--DT