Cuba empieza a restablecer la electricidad tras el huracán Rafael
La electricidad se restablece lentamente este jueves en Cuba, cuando los ciudadanos se recuperan del embate del huracán Rafael, que golpeó con furia el oeste de la isla, mientras las autoridades hacen un recuento de los daños materiales sin reportar pérdidas humanas.
Rafael azotó el miércoles el oeste de Cuba a dos semanas del paso de la mortal tormenta Oscar, que dejó ocho muertos en el este de la isla durante un corte de energía eléctrica nacional de cuatro días.
Los fuertes vientos de Rafael que entraron a 180 kilómetros por hora desconectaron el sistema eléctrico nacional.
Este jueves "se logró establecer el sistema eléctrico entre centro y oriente" del país, dijo por la tarde en X la presidencia.
El presidente Miguel Díaz-Canel realizó una visita a las provincias de Artemisa, Mayabeque y La Habana, las más afectadas, e hizo un balance de daños.
"Hasta ahora no se ha reportado la pérdida de vidas humanas", dijo el mandatario durante una reunión del Consejo Nacional de Defensa, citado por el noticiero estatal de televisión, mientras que las autoridades dijeron que fueron evacuadas cerca de 250.000 personas.
En La Habana, donde viven dos millones de personas, se registraron "más de 461 derrumbes" totales y parciales por la caída de techos de lámina, de muros y escaleras, dijo en conferencia Yanet Hernández, que calculó pérdidas "millonarias" para la capital.
Los vecinos salieron con escobas, palas y cubos a remover ramas, basura, lodo y pedazos de cemento en calles.
En las provincias de La Habana, Mayabeque y Artemisa (oeste), "las mayores afectaciones" por los efectos de Rafael "se concentran en la agricultura, sobre todo en los cultivos de plátano y yuca", dijo la presidencia en X.
Un panorama de desolación quedó en la carretera que une La Habana con Artemisa, donde seis torres de alta tensión estaban completamente dobladas por la fuerza de los vientos, constataron periodistas de la AFP, mientras que numerosos postes eléctricos se cayeron en carreteras principales y secundarias.
- "Sabemos sobrevivir" -
"No es fácil, lo ha devastado, la torre (de iluminación) del estadio de béisbol se cayó también, todo, todo destruido", dice a la AFP Elías Pérez, un albañil retirado de 65 años que vive en Artemisa, una ciudad de unos 60.000 habitantes.
"Hay que seguir" y "el que no tenga balita (garrafa de gas), tiene que inventar con carbón y para delante", dice refiriéndose a la gente que ahora tiene que cocinar con leña.
En esa misma localidad, el ciclón tiró el árbol de chirimoya y se llevó varias tejas de la casa de Natalia Martínez, una repartidora de comida de 63 años.
"Malísimo, apenas dormí porque estaba muy preocupada", relata esta mujer que al igual que Pérez mantiene el optimismo.
"Sabemos sobrevivir, estamos casi todo el tiempo con apagón", dice la mujer sobre la poca energía eléctrica que normalmente recibe ese pueblo. "Si nos la ponen cuatro veces en 24 horas es mucho".
Lidia, un ama de casa de 49 años, en cambio, está descorazonada.
"Ahora, se va el huracán y tenemos otro apagón, o sea, que no vamos a tener agua, cómo vamos a cocinar, qué agua vamos a tomar", se pregunta con tristeza frente a su casa en Candelaria, un poblado a 40 km de playa Majana, el sitio por donde entró Rafael el miércoles por la tarde.
"No hay esperanza. Cuando se han vivido tantas cosas horribles en esta vida", dice la mujer a la AFP recordando que es el segundo apagón general en menos de tres semanas. "¿Qué país puede desarrollarse así?", reflexiona.
- "Alejándose" -
Rafael ingresó el miércoles en la tarde con la fuerza de un ciclón categoría 3 de las 5 que tiene la escala Saffir-Simpson. El ojo azotó con toda su potencia playa Majana en Artemisa y atravesó la isla en casi dos horas y media, para luego internarse debilitado en el Golfo de México.
El estadounidense Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami, informó en X que Rafael se encontraba "ligeramente más fuerte y mejor organizado" en aguas del golfo.
Las operaciones aéreas fueron restablecidas en aeropuertos de La Habana, Varadero, Cienfuegos y Villa Clara, en el centro del país.
Cuba se enfrenta a su peor crisis económica en treinta años, en medio de la escasez de alimentos, medicinas, combustible y con una inflación galopante.
H.Hajar--DT